viernes, 28 de noviembre de 2008

viernes 28 de noviembre 08_ 9 de la mañana

viernes, 28 de noviembre de 2008
Son las 9 y cuarto, me desperté 8 y pico, me había dormido pasadas las 6 (todo a.m. eh?).
En fin, en Buenos Aires se desató la esperada tormenta, pero aún hace un calor insoportable, así es que creo que no está sirviendo de nada. No sé para qué me levanté. No me siento tan mal físicamente a pesar de haber dormido tan pocas horas; debe de ser porque ayer había dormido hasta las 8 de la noche. Sí, es un infierno.
Hoy sería el día en que tendría que venir Facundo, pero sé que no vendrá. Será otro día horroroso, como ayer y anteayer, etc..
Estoy atrasada con la lectura bíblica diaria, tengo que retomarla.
Seguramente me dará sueño a la tarde, a la hora de la siesta.
Debo bañarme, estoy sucia e incómoda con tanto calor.
Papi y yo pusimos una fecha para que yo deje de fumar: el 30 de diciembre. El no fumar me sirve para llorar más y expresar mejor mis sentimientos; aparte, como quiero ser testigo de Jehová (al menos eso es lo que quiero cuando estoy bien) debo dejar de fumar. Además, las veces en que estuve sin fumar me sentía... ¡LIBRE! SÍ, ERA HERMOSO.
Algo que me tiene mal: pienso que Blacie se desanima por mi falta de progreso espiritual; que piensa que tal vez ella no está capacitada como para un caso como el mío, o temo, peor aún, que todos piensen que soy mala. Ésta es una de las cosas que suceden con esta maldita enfermedad: la gente no te entiende; no entiende por qué no progresás si sos tan inteligente, te culpa de tu falta de constancia (cuando justamente la misma es a causa del trastorno), te dicen que no hacés esfuerzo (uff, eso sí que duele), en fin toda clase de injusticias bien intencionadas, porque NO TE ENTIENDEN NI PUEDEN HACERLO. Y la angustia por estas cosas produce en mí una culpa irracional, y se suma, aparte, a la desolación debida a mi fracaso, y a mi soledad y abandono, etc., etc..
En suma, estoy harta.
Ahora tengo hambre, pero sólo tengo unas monedas que no me alcanzan para nada. Espero que hoy venga papi a traerme plata.

Se acerca la angustia.

No hay comentarios: