martes, 2 de diciembre de 2008

Hoy desperté a las 9 de la noche, con asma. Peleé con mi madre por teléfono; se irán de vacaciones y no me llevarán ni dos días, como me habían dicho que harían.
Facundo, por supuesto que no vino a verme. Alguien dice que tal vez vino la vez anterior por sus anteojos, ajajaja. No lo sé, ya no me importa porque lo más seguro es que me divorcie. Si él no existe, nunca existió como marido, estuvo acá menos de un mes; recuerdo lo mal que me trataron el y su madre cuando mis padres estuvieron de vacaciones... Espiritualmente estoy muy mal; empecé faltando a las reuniones por culpa de mis trastornos de sueño y ahora ya ni voy. Es que no puedo disimular mi desesperación ante nadie. Ya no puedo más. Mi psicólogo me trató mal; pienso que no está preparado para un grado de sufrimiento como el que mi cuadro presenta.
Quiero dejar de existir. Quisiera no haber nacido nunca. Odio la vida, odio la vida.
Ahora es la madrugada.
Mi casa es un caos.
Estoy sola.
Desesperada.
Ya no, ya basta, ya basta, por favor, ya no quiero seguir...
Encima la gente cree que nunca hice un esfuerzo. Pues eso es mentira. Lo que puedo decir es que ahora sólo tengo fuerzas para soportar sin desmayarme este terrible tormento.
Ojalá desmayase.
En cuanto a lo espiritual, creo que me rendiré. Estoy cada vez más pecaminosa, más enferma... más lejos de todo... ya no quiero seguir. Quiero dormir y ya no despertar. Pero sin soñar. Ya no puedo más.
Quisiera escapar de mí. Volver al vientre materno, y una vez allí, deshacerme en sangre y ser un aborto...


NO PUEDO MÁS. YA NO PUEDO MÁS. Y SIMPRE LO MISMO, SIEMPRE SERÁ UN TIEMPO BIEN, LUEGO LA LOCURA OTRA VEZ... YA NO SOPORTO LA TORTURA QUE SIGNIFICA ESA AMBIVALENCIA. YA NO DOY MÁS. NO PUEDO MÁS.

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